El pasado 2 de marzo el Gobierno de Chile promulgó la Ley 25.145, también conocida como Ley TEA, con la finalidad de visibilizar y garantizar los derechos fundamentales de las personas diagnosticadas dentro del Espectro Autista. Esta como un reconocimiento de la condición a su vez que en respuesta a las familias que conviven cada día con el diagnóstico.
El Gobierno ha indicado que la nueva normativa asegura la igualdad de oportunidades y garantiza la integración de niños, niñas, adolescentes y adultos con TEA, eliminando cualquier tipo de discriminación y asegurando una educación y atención sanitaria de calidad.
Las principales acciones de esta nueva ley pasan por la financiación de medidas que favorecen la calidad de vida y los derechos de las personas incluidas en el espectro:
- Definición de TEA y visibilización en entornos educacionales y de salud.
- Mejora de la atención temprana y evaluación de la inclusión de esta condición en el sistema GES.
- Disposición de nuevos principios como trato digno, autonomía progresiva, perspectiva de género; intersectorialidad, participación y diálogo social y seguimiento continuo y neurodiversidad.
- Medidas en contra de la discriminación arbitraria, adoptando todas aquellas medidas necesarias para prevenir y sancionar la violencia, el abuso y la discriminación en contra de dichas personas.
- Compromiso de revisar la prevalencia del diagnóstico en Chile mediante la incorporación del TEA en encuestas y/o estudios poblacionales.
Además, otra arista importante tiene que ver con el mundo laboral de los padres o/y cuidadores, ya que la Ley también contempla permisos para los trabajadores que estén a cargo de personas con TEA que necesiten acudir a emergencias en establecimientos educacionales o de salud. Las empresas deberán velar por que puedan asistir sin que esto comprometa su economía o condiciones laborales.
Pareciera que la nueva ley ha generado un gran consenso político y social, ahora el gran reto es que la voluntad de los gobernantes siga empujando estas medidas ya que muchas de ellas no son obligaciones sino declaraciones de intenciones.
Como profesionales de la salud mental creemos que los siguientes pasos deberían conllevar una gran capacitación de los profesionales de la educación y salud para que todas estas medidas sean implementadas de la mejor manera posible y el abordaje y apoyo de todas las personas TEA sean realmente aseguradas. Se deben mejorar los protocolos y sobre todo lograr una buena financiación para que realmente la Ley revierta en beneficios reales para todas las personas dentro del espectro.
Fuentes: